La Alquimia de los doce Apóstoles son la representación que hay en nosotros de un Zodíaco. Hoy les explico como podemos usar esa magia ara nuestro beneficio
Como están queridos seguidores
Estos doce Apóstoles son la representación que hay en nosotros de un Zodíaco.
Estos doce Apóstoles representan los doce trabajos de Hércules; justamente estos doce trabajos los tiene que realizar el Superhombre para integrarse con el Zodíaco Cósmico y, a su vez, para desintegrar esa parte negativa que todo signo Zodiacal, en su aspecto inferior, ejerce sobre toda persona.
Las Sagradas Escrituras dicen que esos Apóstoles eran pescadores, pero nosotros sabemos que no eran pescadores de peces sino que eran alquimistas.
Ellos pescaban en sus propias aguas genéticas para extraer de ellas los espermatozoides para su propia regeneración y su propia obra.
Indiscutiblemente, allá aparecería PEDRO, hombre intrépido y revolucionario que, como dijera el Cristo. “ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERAN SOBRE ELLA”.
Este Pedro representa la Constelación de Aries y nos enseña los Misterios del Sexo; esto también nos indica que la Iglesia del Cristo se fundamenta en la Piedra, el Sexo; pero, estos intérpretes que tenemos de las Sagradas Escrituras, se creen superiores al Cristo, quieren edificar Iglesias basados en dogmatismos, no quieren reconocer que el Sexo es la puerta, es la puerta por donde salimos y que, indiscutiblemente, por esa misma puerta tendremos que volver si es que, en realidad, aspiramos a una auténtica realización.
No podía faltar en ese drama JUAN, representación de la Constelación de Tauro. JUAN nos enseña el poder del verbo, esa palabra que debe ir cargada de energía y que, saliendo del corazón, exprese y enseñe la Doctrina del Redentor.
En ese mismo drama no podía faltar el personaje central, JUDAS, Venerable Maestro, primer desdoblamiento del Cristo que, por orden de su primera emanación, tuviera que cumplir ese terrible papel de entregar a Jesús, el Cristo.
La gente cree que éste entregó al Cristo porque era el discípulo traidor; no quieren entender que éste fue un drama cósmico debida mente planificado.
JUDAS era el Apóstol más exaltado y, como ya dijimos, el Cristo tiene tres expresiones o desdoblamientos.
PRIMERO: EL CRISTO COSMICO.
SEGUNDO: JUDAS.
TERCERO: LUCIFER.
Con esto queremos decir que al Cristo no lo entregaron, EL se entregó y lo hizo valiéndose de su segundo desdoblamiento.
Dicen las Escrituras que, en la última cena, Jesús dijo: “SE HA LLEGADO MI HORA Y UNO DE LOS QUE ESTA CONMIGO ME ENTREGARA”.
Dicen que los Apóstoles se preguntaban unos a otros, ¿Cuál será?, y el Cristo dijo: “AL QUE MOJANDO PAN EN EL VINO LE DE, ESE ES”.
Tomó pan, lo mojó en vino y se lo dio a Judas Iscariote.
Dicen las Sagradas Escrituras que, en ese momento, entró en Judas el demonio y Jesús le dijo: “LO QUE VAS A HACER, HAZLO PRONTO”.
En ese momento se integraron en ese drama los tres aspectos del Cristo: El Cristo Cósmico que Iba a presentar el drama; Judas, que era su inmediato desdoblamiento, tuvo que encarnar, por ese instante, a Lucifer y este hombre, embargado por esa fuerza de Lucifer, salió afanosamente del recinto y se fue donde estaban las multitudes que, posteriormente, apresarían al Cristo.
JUDAS viajó, se encontró con el pueblo y, para que se cumpliera la palabra y las profecías, viajó a la cabeza de esta muchedumbre y les dijo: “AL QUE YO LE DE UN BESO EN LA MEJILLA, ESE ES”.
Llegando a donde estaba el Maestro, en ese instante, se manifestaron en Judas las dos características: Judas Divino y Judas Satán.
El Judas Divino le dijo:
“MAESTRO, ESTOS TE BUSCAN”, y lo besó.
Y el Cristo dijo: “CON UN BESO ENTREGAS AL HIJO DEL HOMBRE”.
Querido lector, yo creo que Ud., tiene suficiente capacidad y razón para que entienda esto.
JUDAS pertenece a la Constelación de Géminis y ese Judas Divino Interno de cada uno de nosotros es el que instruye a nuestra conciencia para que conozca al ego, la legión, los enemigos secretos de nuestro Cristo Intimo y el Judas Satán, o sea, el Lucifer es que pone a un hombre y a una mujer a prometerse amor, a acariciarse, a besarse, para terminar fornicando, derramando el semen para entregar al hijo del hombre. Como ve, querido lector, este Judas sabio, divino es un desdoblamiento del Cristo Cósmico.
Este Maestro de Maestros, desde ese entonces, está en este mundo, en este abismo, dado a la tarea de rescatar almas y tiene la sapiencia para enseñarnos a todos a conocer al Ego tal como es.
Lo que aquí estamos diciendo no es que nos lo han contado, simplemente, fuimos testigos presenciales y eso es todo.
En el mismo drama apareció FELIPE, representando la Constelación de Cáncer, enseñando a los hombres y mujeres despiertos el auténtico ocultismo del sendero crístico.
Hizo su aparición también MATEO, representando la Constelación de Leo, que enseña a la humanidad la ciencia pura.
Hace su aparición TIMOTEO en representación de la Constelación de
Virgo, que enseña en el camino Alquímico a mejorar la producción hormonal para nuestra regeneración.
Surge SANTIAGO en representación de la Constelación de Libra y nos enseña a todos a conocer y a vivir los misterios crísticos.
Posteriormente aparece MARCOS en representación de la Constelación de Escorpio a enseñarnos las claves precisas para el despertar del Kundalini.
Luego aparece LUCAS en representación de la Constelación de Sagitario y nos enseña el manejo y la interpretación de los valores numéricos: la Cábala.
Posteriormente aparece ANDRES en representación de la Constelación de Capricornio y con los misterios de su Cruz nos enseña la ciencia de la mezcla de los mercurios.
Luego se encuentra con THOMAS en representación de la Constelación de Acuario y nos enseña a unirnos y a manejar la mente superior.
Y, por último, aparece BARTOLOME enseñándonos las claves místicas para entrar a los planos Nirvánicos y Paranirvánicos.
Como Ud., ve, querido lector, este drama fue muy completo para que toda la humanidad comprendamos que, dentro de cada uno de nosotros, están latentes todos estos personajes que hicieron parte de este Cósmico drama para presentar, al vivo, a este magistral hombre: JESUS.
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